La historia de las máquinas tragaperras

La historia de las tragaperras

Es un hecho que en cualquier parte del mundo la gente juega a las máquinas tragaperras. Han pasado de ser una curiosidad mecánica a una referencia cultural.

Todos nosotros estamos familiarizados con ellas de alguna manera. Pensamos en las ancianitas que juegan a las tragaperras sin sentido en Las Vegas, o en los muchachos ruidosos que juegan a la máquina de frutas en el pub. Pero estos fantásticos juegos son mucho más que lo que, a priori, conocemos o lo que incluso muestran los medios de comunicación.

A continuación, analizaremos cómo han crecido y evolucionado las máquinas tragaperras a lo largo de los años. Al final se han convertido en las fantásticas tragaperras para móviles que conocemos y amamos hoy en día, pero ha habido mucho trabajo en el camino.

Cómo funcionan las tragamonedas mecánicas

Tragaperras mecanicas

La primera tragaperras se inventó en 1891. Fue la precursora de las máquinas tragaperras más que una en sí misma. Se inventó en Brooklyn, Nueva York, y mostraba 50 caras de cartas de la baraja de póquer.

Introduciendo una moneda y tirando de la palanca se hacían girar los rodillos y, con suerte, salía una buena mano de póquer. Se hicieron muy populares en los bares de la ciudad. No había ningún tipo de mecanismo de pago directo, así que tu mano de póker valía lo que el personal del bar decidiera que valía. Quizá una pareja de reyes te diera una copa gratis, pero una escalera real también podía darte puros gratis o una ronda completa para ti y tus amigos.

Así que esta tragaperras de póquer no era el juego ideal. También, era increíblemente difícil, sin la tecnología contemporánea, estandarizar los premios: había tantas combinaciones de póquer posibles que un pago automático era prácticamente imposible. Por suerte, un nuevo juego no estaba lejos.

La máquina tragaperras Liberty Bell tenía un diseño mucho más sencillo, y eso significaba que podía incluso generar pagos automáticos.

Charles Fey
Charles Fey

Charles Fey inventó la Liberty Bell y, aunque se desconoce su antigüedad exacta, fue la primera tragaperras propiamente dicha. Había tres carretes giratorios y cinco símbolos diferentes disponibles: herraduras, corazones, picas, diamantes y una Campana de la Libertad. Sólo había tres carretes en lugar de cinco por lo que era mucho menos complejo calcular los pagos.

Tres campanas de la libertad daban el mayor bote: apenas 10 veces la apuesta. Para los estándares modernos, esto no es nada del otro mundo, pero si cada tirada le cuesta sólo 5 céntimos, entonces probablemente estaría contento con un pago de 50 céntimos.

Esta es la máquina tragaperras que generó un imperio. Liberty Bell se convirtió en el nombre de las máquinas tragaperras. Pero no pudo mantener el ritmo de producción, ya que la demanda superaba sus medios.

En 1907 se fabricó una máquina tragaperras diferente en Chicago, conocida como Operator Bell, y en 1908, los bares de todo Estados Unidos tenían sus propias versiones de la famosa máquina de Fey. Una moneda de cinco centavos en 1908 equivaldría a unos 1,25 dólares en dinero de 2017, así que aparentemente, la gente de todo el país estaba realmente ansioso  por intentar ganar ese increíble bote de 12,50 dólares.

La difusión de las tragaperras

Es fácil olvidar lo humildes que fueron los comienzos de las máquinas tragaperras. A lo largo de los años se utilizaron para todo tipo de propósitos diferentes, incluyendo:

  • Constructoras de negocios o Business builders en tiendas. Estas máquinas tragaperras eran formas de entretenimiento, y a menudo ofrecían otros premios, como pelotas de golf o chicles.
  • Maravillas de la relojería, que mostraban la vanguardia de la tecnología mecánica.
  • Una forma barata de mantener a la gente ocupada en los casinos. En los primeros tiempos de las tragaperras, sólo los juegos de mesa se consideraban “juego real”, por lo que los cónyuges y amigos podían entretenerse con las máquinas tragaperras mientras su pareja intentaba cobrar jugando al póquer.
  • Y más recientemente, las nuevas tragaperras para móviles, que combinan diferentes tecnologías para crear una experiencia más envolvente. Los gráficos de alta definición, el sonido envolvente, la animación, los clips de películas e incluso la vibración pueden dar a las máquinas tragaperras un nuevo impulso.

Para poder adquirir algo de perspectiva, pensemos en la forma en que han crecido. Hace sólo cien años, las máquinas tragaperras no eran más que rarezas. Ahora, son prácticamente omnipresentes, y generan grandes ganancias para las empresas que están detrás de ellas.

  • Las máquinas tragaperras australianas, conocidas coloquialmente como “pokies” y oficialmente como “máquinas de juego”, están disponibles en los principales casinos. También aparecen en muchos pubs o clubes deportivos. En 2013, había 198.418 máquinas tragaperras presenciales, y 95.000 de ellas estaban en Nueva Gales del Sur.
  • En Estados Unidos había más de 889.000 máquinas tragaperras en 2013, es decir, 2,8 máquinas por cada 1.000 ciudadanos. ¡181.000 de ellas estaban en Nevada, lo que significa que había 1 máquina por cada 15 residentes!
  • Más del 70% de los ingresos de los casinos de Estados Unidos proceden de las tragaperras. En algunos estados, esto se eleva al 80 o incluso al 90 por ciento de los ingresos.
  • En Japón hay más de 4,5 millones de máquinas de juego, aunque el juego es estrictamente ilegal allí. Los juegos de pachinko y pachislot no se consideran juegos de azar, ya que sólo se pueden ganar premios y regalos, pero éstas se cambian después por dinero en otros lugares, lo que se traduce en un vacío legal.
  • Los casinos online y las tragaperras para móviles tienen una cuota de público aún mayor. Decenas de millones de personas juegan a las tragaperras. Se puede pagar a través de sitios web, o incluso darse el gusto de jugar a las tragaperras para móviles pagando a través de la factura del teléfono.

Tragaperras y la ventaja de la casa

Chips de casino en la mano

Por lo tanto, es fácil ver que las máquinas tragaperras son increíblemente populares, aunque, a decir verdad, no son la mejor inversión.

Muchos jugadores de casino deciden a qué juegos jugar en función de la ventaja de la casa. Esta es la cantidad de dinero que un jugador medio puede esperar perder.

Los juegos con mayor ventaja de la casa están diseñados para que la casa gane más dinero y el jugador reciba menos. Sin embargo, las ventajas de la casa se calculan como una media de miles o millones de transacciones, y las estadísticas no garantizan lo que va a ocurrir. Así es como puedes acabar teniendo largas rachas de un color en la ruleta a pesar de que las probabilidades de que sea rojo o negro son aproximadamente del 50%: las estadísticas sólo representan las tendencias de los datos completos, y tus experiencias son sólo una pequeña fracción de un conjunto mucho mayor.

Las máquinas tragaperras tienden a tener una mayor ventaja de la casa cuanto más baja es la apuesta mínima. Los juegos que sólo cuestan un céntimo pueden tener una rentabilidad para el jugador (RTP) del 84 al 87%. Por cada euros que apuestes, te devolverán entre 84 y 87 céntimos. Esto resulta en una ventaja de la casa del 13 al 16 por ciento.

Cuanto menor sea la ventaja de la casa, mayor será el rendimiento esperado para el jugador.

Los juegos en los que las apuestas cuestan 5 céntimos tienen una ventaja de la casa de aproximadamente el 10 al 12 por ciento, mientras que los juegos de 25 céntimos pueden tener una ventaja del 7 al 10 por ciento. Una vez que el nivel de apuesta mínima está en los denominados euros, la ventaja de la casa suele disminuir en consecuencia.

Muchas máquinas tragaperras ofrecen una tasa RTP de entre el 93 y el 95 por ciento, con lo que el casino espera quedarse con el 5 o el 7 por ciento de lo que el jugador paga. Se trata de un nivel de pago similar al de la ruleta americana, donde las casillas 0 y 00 significan que la ventaja de la casa es del 5,26%.

Sin embargo, el RTP no lo es todo. Algunas tragaperras tienen mayor volatilidad que otras, lo que significa que el porcentaje de devolución se calcula dividiendo las ganancias potencialmente cuantiosas entre la probabilidad de que se produzcan. Estas tragaperras pueden seguir teniendo un porcentaje de RTP del 95%, pero eso se debe a las ganancias masivas ocasionales y no a las pequeñas frecuentes.

También puedes encontrar tragaperras con tasas de reembolso variables. Se anunciarán con más de un RTP – quizás como 92% | 94% | 96%. Estos juegos tienen un índice RTP más bajo cuanto más pequeña sea tu apuesta. A medida que realizas apuestas más grandes, la ventaja de la casa disminuye. Por lo tanto, cuanto más apuestes, más probable será que veas grandes recompensas en todo el tablero.

El nivel superior está reservado para los jugadores que apuestan la cantidad máxima por giro, y en todas las líneas de pago. Aunque las posibilidades de ganar no cambian mucho, los casinos pueden extraer más dinero de los jugadores basándose en su percepción de que más dinero aumentará sus probabilidades de ganar.

En realidad, un RTP del 92% es muy similar a un RTP del 96%. Tendrías que jugar durante mucho tiempo, con grandes sumas de dinero, para ver una diferencia real, pero para aquellos que son realmente constantes, este pequeño cambio podría resultar en grandes ganancias.

El lugar de las Tragaperras de vídeo en la Historia de las tragaperras

483255746 bcc52f0604 b 001

Las primeras tragaperras mecánicas funcionaron bien. Las salas de Las Vegas estaban llenas de ellas y generaban una cantidad decente de dinero. Pero las empresas siempre buscaban formas de crear máquinas tragaperras más innovadoras y eficaces.

En 1963, empezó a aparecer el primer juego de tragaperras electromecánico. Se llamaba Money Honey, y tuvo un éxito moderado. Su principal invento era el pago automático: podía pagar 500 monedas sin ayuda humana. Esto, junto con un depósito prácticamente sin fondo, la convirtió en precursora de las tragamonedas tecnológicamente avanzadas que conocemos y amamos hoy en día.

En 1976 apareció la primera máquina tragaperras de vídeo “de verdad”, fabricada por Fortune Coin Company. Tenía una pantalla de televisión de 19 pulgadas modificada para la visualización, y la probaron en el Hotel Hilton de Las Vegas.Sin embargo, aún necesitaban un poco de protección contra las trampas.

Pero, tras las modificaciones, se convirtieron en las primeras video-tragaperras aprobadas por la Comisión de Juego del Estado de Nevada. Fortune Coin Co. y su tecnología fueron compradas en 1978 por IGT. Y en 1981, las tragaperras generaban el 44% de los ingresos del juego en Nevada, frente al 36% de 1971.

Sin embargo, las video-tragaperras estaban aún en pañales. Sólo presentaban una combinación aleatoria de símbolos en lugar de tener alguna animación. Además, los juegos tenían las mismas limitaciones que los rodillos mecánicos. El número de símbolos determinaba los botes que se podían obtener, así como el número de rodillos. Los jugadores daban por hecho que los botes tendrían entre 10 y 15 símbolos como máximo, por lo que se necesitaban más rodillos para aumentar las probabilidades, pero un mayor número de rodillos en una tragaperras significaba que los jugadores eran más conscientes de su imposibilidad. Intentar alinear siete campanas o cerezas, después de todo, resultaba mucho más difícil que alinear cuatro o cinco.

La otra alternativa -de tener muchos símbolos- haría casi imposible incluso ganar pagos pequeños o moderados. Por tanto, estos videojuegos eran más bien una distracción, y los jugadores (y las empresas) seguían prestando la mayor atención a las tragaperras mecánicas clásicas.

Las video-tragaperras no se hicieron increíblemente populares hasta la década de 1980. Un matemático noruego, Inge Telnaes, ideó una solución al problema de los carretes y los símbolos: ¿qué pasaría si los números se asignaran al azar, en lugar de corresponder a carretes fijos reales?

Un generador de números aleatorios podría decidir qué símbolos aparecían en cada lugar y, a partir de ahí, se podrían organizar las probabilidades y los botes. Es fácil establecer que los distintos símbolos valgan distintas cantidades, y hacer que sean raros. De repente, los desarrolladores podían ofrecer probabilidades increíbles en los botes.

Un bote podía pagar un millón de monedas, siempre que la probabilidad de que ocurriera fuera lo suficientemente baja. Su patente se refería a los rodillos virtuales, en los que la probabilidad de que ocurrieran diferentes cosas se determinaba mediante la generación de números aleatorios.

La patente de los rodillos virtuales se concedió en 1984 e IGT la adquirió en 1989. La empresa empezó a utilizarla en sus máquinas tragaperras de vídeo, y recibió una fuerte suma de derechos cuando los competidores empezaron a utilizar la misma técnica. En 1990, las máquinas tragaperras representaban dos tercios de los ingresos del juego en Las Vegas.

También se produjo un cambio al añadir rondas de bonificación a las máquinas tragaperras. Estos nuevos elementos podían ayudar a hacer más atractivas las tragaperras. Y aunque ahora parecen omnipresentes, las rondas de bonificación fueron toda una revelación cuando aparecieron por primera vez.

Las tragaperras de cinco carretes, los videoclips y los eventos de bonificación tuvieron algún impacto en los juegos contemporáneos. Aunque algunas de estas características no debutaron hasta el año 2000 – años después de la vida de las máquinas tragaperras de vídeo – estas características comparativamente modernas han estado presentes durante dos décadas.

Una vez que los juegos se digitalizaron tanto, fue más fácil distribuirlos en otros formatos. Nunca se hubiera podido tener una máquina tragaperras mecánica en Internet, pero sí que era fácil crear casinos online. El software de los juegos de tragaperras podía cambiarse y modificarse fácilmente para ofrecer el mismo juego en diferentes plataformas.

Así, el mismo título podía estar disponible como juego de tragaperras presencial, como tragaperras de casino online y como tragaperras de facturación para móviles. Los jugadores con títulos de juego favoritos podrían ahora disfrutar de éstos  desde la comodidad de su casa.

La mayoría de los países han adoptado las tragamonedas de vídeo, y las tragamonedas computarizadas con carretes mecánicos han perdido popularidad. Incluso en EE.UU., cuna de las tragaperras mecánicas y de vídeo, más del 80% de los juegos de los casinos son de vídeo.

Y eso sin contar todos los títulos de video tragaperras online y para móviles que consumen los jugadores.

Avances tecnológicos

wolf gold diseño

Muchos juegos de mesa siguen siendo los mismos desde que se introdujeron en los casinos.

Todavía se juega al blackjack con una baraja y se ofrecen las mismas probabilidades.

En la ruleta todavía se hace girar una rueda y se realizan apuestas (que tienen sus nombres originales en francés).

Todavía se puede jugar al póquer de la misma manera, aunque las reglas hayan cambiado para seguir siendo populares con los tiempos.

Sin embargo, los juegos de tragaperras de hace veinte años son muy diferentes a los de ahora. La tecnología ha ido avanzando y eso ha influido en el aspecto, el funcionamiento y el juego de las tragaperras. A continuación le presentamos toda la tecnología que ha ayudado a que las tragaperras se conviertan en la forma de juego favorita del mundo.

El dispensador de monedas

El depósito de monedas se refiere a un dispositivo de la máquina que contiene monedas. Todas las monedas aquí pueden ser utilizadas inmediatamente para los pagos.

Cuando el jugador recoge sus ganancias pulsando “retirar dinero”, el contenedor girará y dispensará las ganancias al afortunado jugador.

– Las máquinas tragaperras utilizaban originalmente tubos de monedas. Había que apilar las monedas dentro de ellos, ya que eran rígidos y estáticos.

– Las limitaciones de espacio hacían que no hubiera sitio para muchos tubos de monedas en una máquina. En consecuencia, se podía cobrar un número limitado de monedas antes de que el empleado tuviera que rellenar los tubos.

– La ranura Money Honey, fabricada por primera vez en 1963, permitía que las ranuras hicieran circular las monedas. Había una gran reserva de la que se podía sacar, en lugar de una simple pila de monedas.

– Los pagos podían ser mucho mayores: hasta 500 monedas a la vez. A medida que los avances se hicieron más grandes, se llegó a almacenar alrededor de unas 1.000 monedas a la vez.

– Como resultado, los diseñadores podían crear juegos con pagos más grandes o con ganancias más frecuentes, ya que ya no había una limitación física para dispensar las ganancias.

– La introducción de los juegos online ha eliminado este problema para los jugadores virtuales. Jugar a las tragaperras móviles actualmente está muy lejos de la preocupación por los atascos de monedas o de esperar a los asistentes.

Lector de billetes

Las tragaperras de antes de los años 90 parecían un juego de arcade. Los jugadores tenían que introducir su dinero manualmente. Así, si querías jugar con 20 monedas de crédito, tenías que introducirlas tú mismo, en la denominación que la máquina estuviera preparada para leer.

– El lector de billetes apareció en la década de 1990 y era el mismo tipo de aparato que se ve hoy en día en las máquinas de autoservicio.

– Lee el billete que introduces y lo convierte automáticamente en créditos que puedes utilizar en la máquina.

– Los  lectores modernos de los casinos escanean los billetes con código de barras además de la moneda. Esto los hace más flexibles, por lo que pueden reconocer rápidamente diferentes cifras, así como identificar billetes falsos.

– Algunos lectores son programables para leer completamente diferentes monedas, lo que permite al fabricante equipar las máquinas con un lector global. Éste puede cambiarse en cada país para identificar su moneda.

Impresoras de billetes

Como se ha mencionado anteriormente, muchos casinos han introducido impresoras de billetes con códigos de barras. Empezaron a hacerse populares a finales de los años 90. En lugar de pagar dinero (en billetes o monedas), las máquinas empezaron a imprimir billetes que actuaban como vales.

– Aunque los monederos fueron revolucionarios, los tickets los dejaron obsoletos. Ya no había que esperar a que un empleado solucionara un atasco de monedas o rellenara la máquina cuando se quedaba sin ellas. En su lugar, se podía simplemente imprimir un trozo de papel.

– El billete se puede canjear en un quiosco o en un cajero, si se quiere pagar y obtener dinero físico.

– También puede canjear el ticket en otra máquina tragaperras y transferir sus créditos a otro juego.

– Los juegos multilínea con monedas pequeñas no existían hasta que aparecieron las impresoras de tickets. Las monedas pequeñas provocaban frecuentes atascos en el depósito por lo que no se podía apostar fácilmente en las tragaperras monedas de poco valor. La introducción de los boletos de pago eliminó ese problema: en su lugar, se podía imprimir un cupón con la ganancia equivalente.

– Las impresoras también pueden crear cupones o vales junto a los boletos de pago. Esto permite que se conviertan en dispositivos promocionales.

– Los casinos ya no tenían que guardar grandes cantidades de dinero en monedas, por lo que resultaba más cómodo y seguro.

Máquinas multijuego

Algunos terminales son multi operativos. El mismo dispositivo físico almacena la información de varios juegos diferentes. Puede tratarse de varios títulos de tragaperras diferentes, o incluso de juegos completamente distintos, como el video póker o el blackjack virtual.

– La primera máquina multijuego fue la Game Maker en 1994. Incluía opciones de tragaperras, video póker y video blackjack, de modo que los clientes podían elegir el juego que querían.

– Las máquinas Game Maker tuvieron una especie de seguimiento de culto, lo que era una rareza para la época.

– Fue un ejemplo de juegos de tragaperras realmente atractivos para un gran público, y se convirtió en un gran modelo a seguir por otros desarrolladores.

– Entre las máquinas multijuego posteriores se encuentra la GameKing de IGT, que aprovechó el atractivo inicial de la Game Maker.

Ruedas de bonificación en las tragaperras

Las bonificaciones son un gran negocio, ya que las empresas compiten para ver quién puede presentar el mejor tipo de extra. Una de las bonificaciones más llamativas es la rueda. Ésta se encuentra en la cima de muchos juegos de tragaperras de los casinos presenciales y se eleva por encima de las demás máquinas.

– Juegos como “La rueda de la fortuna” -basado en el programa de televisión del mismo nombre- ayudaron a popularizar esta mecánica.

– Cuando los jugadores activaban una ronda de bonificación, la rueda situada en la parte superior del juego giraba.

– Al principio, estos juegos eran increíbles novedades. Un sonido indicaba el siguiente giro de la rueda, y todos los jugadores cercanos en la planta del casino miraban hacia arriba para ver qué nivel de bonificación ganaba el jugador.

– Aunque las tragaperras digitales de “Wheel of Fortune” (en las que se paga con el móvil) no tienen el mismo aspecto llamativo, siguen siendo muy populares gracias al juego de la rueda de bonificación.

Rodillos virtuales

Como se ha mencionado anteriormente, los rodillos virtuales (y la transición a las video-tragaperras) fueron parte de lo que hizo que los juegos de casino fueran tan populares. Gracias a Inge Telnaes, fue posible plasmar los símbolos en un carrete virtual en lugar de tenerlos en uno físico. Esto supuso, literalmente, un cambio en el juego:

– Permitió obtener enormes botes, ya que se podían modificar las probabilidades. Ya no se necesitaban cientos de símbolos o carretes para poder ofrecer grandes premios.

– Las tragaperras mecánicas y electromecánicas se basaban en tener grandes carretes con muchos símbolos diferentes. Sin embargo, el tamaño de la carcasa de la máquina limitaba el tamaño de los rodillos, por lo que sólo se podía aumentar una determinada cantidad. Había un límite superior muy sólido.

– Los rodillos virtuales de Telnaes permitieron a los desarrolladores de juegos ver el rodillo de una manera diferente. Puedes tener un carrete con dos símbolos normales y un símbolo de bote, pero programar los números para que el bote sólo aparezca en una de cada veinte tiradas. Esto significa que el juego sigue siendo aleatorio, pero no tiene que haber veinte símbolos diferentes en los carretes.

– También se hizo posible crear tragaperras más flexibles: las de alta y baja volatilidad serían imposibles sin esta innovación.

– Los famosos juegos Megabucks de IGT tampoco serían posibles sin esta innovación. Realmente ha dado forma al funcionamiento de las tragaperras contemporáneas.

Juegos progresivos

Las tragaperras progresivas son una opción muy popular en los casinos físicos, o cuando se juega a las tragaperras móviles por dinero real. Cada giro añade una parte de la apuesta al bote.

Si no ganas el bote, tu dinero se añade al fondo total del premio, y si lo ganas, se restablecerá a un determinado nivel y seguirá creciendo a medida que la gente intente ganarlo.

– Al principio, los progresivos se limitaban a una sola máquina, por lo que se recuperaba el dinero que se había ingresado en una partida.

– Los progresivos enlazados mejoraron esto: enlazaban electrónicamente varios juegos de un casino concreto, de modo que todos compartían un enorme fondo de ganancias.

– La versión más extrema de esto son los juegos progresivos de área amplia, como el Megabucks de IGT que se lanzó en 1986. Este juego unía máquinas de todo Las Vegas, así como del estado.

– Megabucks tiene el récord mundial del mayor bote: 39 millones de dólares, ganados en 2003.

– Las máquinas progresivas de varios niveles permiten a los jugadores disfrutar de los juegos y seguir obteniendo ganancias razonables, aunque no se lleven el dinero máximo.

– Los mini botes pueden empezar en 5 ó 10 euros, el siguiente nivel en 50 euros, un tercer nivel de unos 500 euros y un gran pago de 2.500 euros o más. Éstos pueden concederse junto con un bote progresivo mucho mayor.

– Los progresivos de varios niveles se centran más en el extremo de baja volatilidad del mercado, dando pequeñas recompensas con mucha más frecuencia, pero conservando la emoción de los jackpots escurridizos.

¿Por qué son tan populares las tragaperras?

7655572692 99cb30d074 b 001

Es posible que hayas leído toda esta información, la historia de las tragaperras y sus evoluciones, y aún no hayas obtenido respuesta a esta pregunta. ¿Por qué son exactamente tan populares las máquinas tragaperras? No se trata sólo de las máquinas verticales de los casinos, sino también de los casinos en línea, los juegos de tragaperras para móviles e incluso los juegos de estilo tragaperras aptos para Facebook que te recompensan con monedas del juego en lugar de dinero. Entonces, ¿a qué se debe este increíble crecimiento?

Aquí te ofrecemos algunos puntos clave:

En primer lugar, las máquinas tragaperras son fáciles de jugar. No hay curva de aprendizaje, como en los juegos de mesa. No hay que memorizar una carta de blackjack ni aprender a leer el lenguaje corporal como un profesional del póquer. Ni siquiera tienes que aprender todos los tipos de apuestas que se pueden realizar en una mesa de ruleta.

Todas las máquinas tragaperras con las que te encuentres se explicarán por sí solas.

Introduce el dinero, elige el número de líneas de pago con el que quieres jugar (si existe la opción de cambiarlo) y pulsa “girar”. Nada más sencillo. No hay nadie que te critique si te equivocas, ni estrategias complicadas que debas tener en cuenta: sólo tú y la máquina tragaperras.

Además, está el factor riesgo/recompensa. Si juegas a la ruleta, puedes apostar 1 euros al número que salga y ganar potencialmente 35 euros. Pero al ver girar la ruleta, sabemos que eso es bastante improbable. Y lo que es más, el pago potencial ni siquiera es tan grande.

En cambio, en las máquinas tragaperras tienes la oportunidad de ganar mucho dinero con una apuesta muy pequeña. Los símbolos suelen pagar cientos o incluso miles de veces su apuesta de línea, y algunas máquinas ofrecen botes progresivos.

Hemos oído hablar de personas que han ganado un millón de euros en las tragaperras con sólo una apuesta de un euro. El mayor pago de la historia fue de 39,7 millones de dólares en Las Vegas. Se pagó en 2003, a alguien que había hecho una apuesta de 3 dólares. Y si le ha pasado a otra persona, el ser humano es naturalmente proclive a preguntarse si le puede pasar a él también. Estas historias contribuyen a mitificar las tragaperras y a aumentar su atractivo.

Las apuestas mínimas en las máquinas tragaperras también pueden ser la solución ideal para una economía de céntimos. Las tragaperras a menudo empiezan con un céntimo por línea, por lo que incluso jugar cada línea de una tragaperras puede costar sólo 50 céntimos. Eso es mucho menos que las apuestas mínimas en los juegos de mesa, que a menudo empiezan en euros o más.

Algunas tragaperras progresivas exigen que sólo los apostantes máximos puedan ganar el bote progresivo, pero las máquinas normales también pueden ser generosas. Aunque sólo se gana en múltiplos de lo que se ha apostado, hay algo genial en apostar 30 céntimos y recuperar 30 euros enteros.

Jugar a las máquinas tragaperras también es increíblemente rápido. Puedes invertir más dinero en las tragaperras, si es lo que te apetece, porque la contrapartida será tener más oportunidades de ganar.

En una mesa de blackjack llena, podrías realizar 50 ó 60 apuestas cada hora, y eso si se juega a un ritmo rápido. Si sólo sois tú y el crupier, la cifra podría aumentar a 100 o incluso 200 apuestas por hora (aunque admitimos que eso implicaría jugar una partida completa cada 20 segundos).

Las máquinas tragaperras tienen un ritmo mucho más rápido. Si te sientes decidido, podrías apostar unas 500 veces por hora. Esto se hace más difícil cuando se gana y los rodillos se congelan en su lugar, o cuando se activan eventos de bonificación y hay una larga secuencia de transición.

Pero a pesar de todo, la posibilidad sigue existiendo. 500 tiros de un bote progresivo podrían tentarte más que jugar interminables manos de blackjack por un pago de 3 a 2 en el mejor de los casos.

Por último, está la razón más obvia para jugar a las tragaperras: ¡son divertidas! Las tragaperras de vídeo existen en una variedad de formas diferentes, y tienen hermosas ilustraciones en sus carretes.

Los símbolos se mueven y se agitan, suena una música magnífica y las funciones de bonificación son abundantes. Cada vez que ganas, tu cerebro libera un chute de dopamina. Eso es lo que te hace sentir tan bien – y es por lo que siempre estarás tentado a seguir jugando hasta que consigas otra victoria, y otra inyección del gran químico.

Sin embargo, las tragaperras deberían seguir siendo divertidas incluso cuando no se gana. Los diseñadores de juegos se esfuerzan por asegurarse de que las tragaperras a las que juegas tengan algo más que un atractivo unidimensional.

La técnica está ahí para mantenerte absorto, incluso si entras en una racha de pérdidas. Siempre serás un participante activo, tanto si juegas a una tragaperras de un solo tirador como si pagas en las tragaperras de primera categoría en tu móvil.

La inmersión es la parte más importante de los juegos para muchos diseñadores; y si sientes que pierdes la noción del tiempo, mejor.

Eso sí, asegúrate de no dejarte absorber demasiado y de no gastar más de la cuenta.